lunes, 3 de enero de 2011

Sin darme cuenta

Para ti que te has vuelto mi musa, mi inspiración. ¡Te quiero!

Nunca hubiera imaginado que esto pasaría,
que a cada momento estuviera maldiciendo tu ausencia
y tan sólo unas horas se volvieran agonía
de tanto que me encuentro extrañándote,
por el calor de tus manos y tus ojos al mirarme,
con tu carita confusa y tus labios besándome al instante.

Te extraño, te espero, te quiero,
mientras oigo tu voz como un susurro en mi oído
y así cierro los ojos y siento que te sueño;
se me cierra la garganta, no puedo describirlo,
siento como si algo se atorara en mi pecho.

Te pienso y no puedo exhalar un suspiro;
son muchas cosas en mi cabeza
y todas ellas se resumen en ti;
y con ésta irónica locura, que eres tú,
me siento completamente feliz
y sin darme cuenta,
en un instante te volviste parte de mí.
Ynher

1 comentario:

Anónimo dijo...

La ausencia es la presencia más insistente…

Preciosos versos!!
Descripción maravillosa en cada palabra.

Un beso.