sábado, 21 de agosto de 2010

Soledad

Soledad,
más que estar sin compañía,
es ver pasar la lluvia sin nadie
al lado para conversar.
Es sentir que el tiempo pasa
sin misericordia frente a la ventana,
es el dolor que la muerte,
que cada minuto emana.

Soledad,
es el silencio de aquella guitarra mía
empolvada en el escritorio,
es el grito desahogado de mis cuerdas
clamando por compañía.

Soledad,
es aumentar el eco sonoro
de la música en la radio,
acrecentar el volumen
con tal de evitar el temible silencio,
el miedo de sentirse solo.

Esa tan recordada soledad
es esperar en vano una llamada
del teléfono que ya ni siquiera me habla,
aguardando en el mismo lugar,
bajo mil cosas ya, hojas, tablaturas viejas,
un cuaderno con tantos pensamientos
y ésta, mi inconforme ansiedad.

Soledad es voltear al espejo
y ver como siempre,
la misma imagen desteñida,
las ojeras a falta de sueño
y el reflejo de alguien que ya olvidé.

Soledad,
es abrazar la almohada
y cerrar los ojos en la oscuridad,
es extrañar a una luna que está ahí,
sin luz ni estrellas,
sin nada, sin ti.
Ynher

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, esa es la soledad… desgarradores versos que la describen y la definen desde tus pupilas hacia las del lector.

Sí, esa es la soledad. En versos exquisitamente bellos.

Un beso.

Susi DelaTorre dijo...

He pasado por tus poemas con curiosidad y he elegido éste para quedarme un poco más de tiempo, será por la hora o porque no me he sacudido el sueño todavía.

Un placer conocer tu espacio.

Saludos, Ynher.